miércoles, 18 de marzo de 2009

Plástico.

Me he esforzado por cambiarte, por guiarte en un buen camino
y no sé qué ha nacido, parece que el tiempo no nos ha favorecido
Todos decían que te educaba como un hijo, que determinaba tus alivios
pero yo sé que esas personas, más bien no comprenden mis desvaríos
Quizá faltaron segundos, para erradicar señas de maldad en tu semblante
o tal vez la cruda realidad, es que no estuve contigo y ni pude ser constante

Ya estando muy distantes, me contaron que tu existencia era infame
que los días conmigo a tu lado, fueron del espacio un derrame
Perturba a mi mente ese desgaste, tan vano es, irrepetible e irreparable
cual si fuese una desilusión, indudablemente en el mundo, algo palpable
Es como la muerte errante, inevitable y agonizante, este precio es el importe
a pagar por jugar a ser Dios del infinito, por sentirse omnipotente

Te he nombrado mi clon, una mitad andante, copia de mis acciones e ideas
aunque no haya parentesco, has sido mi imitante, siguiendo mis esquemas
Deseaba hacerte tan perfecto, prepararte como del tipo más sensato
decir que serías capaz, me ilusionaba, estaba del sueño en lo más alto
Te has convertido en plástico, un vil acetato, translúcido y muy sobrante
sí, me arrepiento de haberte querido convertirte en mi semejante






Es bastante simple, aunque tonta explicación, sólo es cuestión de mencionar mis deseos imparables de querer ser perfecto y/o de lograr cambiar al mundo. Porque en algún momento ya habrá cordura alrededor de cada uno, aunque para ello sea necesario transformar y controlar la vida de toda persona, en ulgún momento todos seremos felices. Probablemente nos volveremos plásticos.

1 comentario:

Pamela dijo...

Soy feliz y no soy de plástico...

10 personas le bastaban a Dios para no destruir a una ciudad, a ti no te bastan 1 o 2 para no dejar de reír?

Te quiero, niño bobo.